Nuevo paso adelante en el proyecto de remodelación del entorno de la calle Navidad y Beneficencia. Operarios de la EMV procedieron ayer a tapiar la penúltima de las viviendas ocupadas, a la espera de que el próximo mes se pueda demoler toda la manzana. Ya sólo queda un inquilino en las ‘casitas bajas’, una persona con discapacidad, que no ha querido trasladarse a la vivienda adaptada en el bloque de realojo que creó la EMV para los antiguos beneficiarios de estas viviendas municipales. Desde la Asociación de Vecinos Alcántara, Alejandro Sánchez mostraba ayer su satisfacción ante la noticia y afirmaba que «ojalá derrumben la vivienda lo antes posible y se pueda acabar ya todo esto».
Eran las once de la mañana cuando los agentes de la Policía Local procedían a retirar los últimos útiles y muebles de la vivienda, unos colchones, varias sillas y una moto. Después, los operarios de la EMV tapiaron puertas y ventanas, para que no entre nadie durante estos días, a la espera de que se produzca la demolición de todo el inmueble a finales de septiembre, una vez finalice el expediente de derrumbe.
En realidad, la vivienda de Beneficencia 1 llevaba ya vacía desde los primeros días de julio. Oficialmente, estaban viviendo en ella dos hermanas, aunque la familia era mucho mayor. Estaban ocupando la casa de forma irregular, dado que no se habían subrogado en el contrato, según informa Luis Enrique Espinoza, gerente de la EMV. Cuando hace un par de años les ofrecieron marcharse al bloque de realojo de la Empresa Municipal de la Vivienda, las hermanas pidieron dos inmuebles, lo que era imposible. Finalmente, no hubo acuerdo para el realojo en una única vivienda, ni en Santa Bárbara, ni en Azucaica, porque ellas decían que no cabían toda la familia.
El Ayuntamiento, propietario del inmueble, había recibido recientemente la posesión judicial de la vivienda, que los jueces reconocieron como ocupada de forma irregular. De hecho, las inquilinas no compadecieron en el correspondiente juicio. Sin embargo, no hizo falta proceder al alzamiento, y los inquilinos irregulares abandonaron el inmueble a principios de julio.
En el mes de marzo, la Policía Nacional realizó una redada de droga en Santa Bárbara, que afectó a este inmueble. Los agentes registraron la casa y denunciaron a una de las hermanas, que continúa en prisión preventiva, según los datos que baraja el Ayuntamiento. El resto de los inquilinos terminaron por marcharse a principios del mes de julio, previsiblemente, informa la EMV, a una vivienda familiar. Aunque parece ser que también han pedido a la Junta una vivienda de alquiler social en el Polígono.
Durante esta semana, la Policía Local estuvo vigilando el inmueble para descartar que nadie lo frecuentara. Pudieron comprobar que incluso se había desmantelado la grifería. Antes del tabicado, los agentes han terminado de limpiar el inmueble y han levantado un atestado que así lo certifica.
El futuro. Será a finales de septiembre, cuando la EMV procederá a tapiar toda la manzana vacía entre Beneficencia, plaza de los Toreros y calle Navidad. De esta forma, sólo queda una vivienda ocupada en todo el entorno, utilizada por un discapacitado. Hasta que esta persona no salga de allí, la promotora municipal no podrá ejecutar su proyecto de 49 nuevas viviendas, un aparcamiento de cien plazas y la reurbanización de la plaza de los Toreros, que quedará más amplia.
Este caso es distinto al de las dos hermanas, porque el inquilino sí tiene un contrato antiguo, con lo que tiene todos los derechos. El Ayuntamiento ha iniciado un procedimiento de expropiación de los derechos de inquilinato. En su día, también ofrecieron a esta persona otra vivienda en el bloque de realojo en Navidad 8 y otra adaptada en Azucaica, pero las rechazó porque entendía que no eran suficiente para sus necesidades físicas.
De forma que en vista de que no había posibilidad de acuerdo, el Ayuntamiento ha ido por la vía de expropiación de inquilinato. Ha hecho un coste de los derechos y está pendiente de que el jurado de valoración decida el precio, para abonárselo, si no es muy elevado, y acceder a la vivienda. Entonces se demolerá todo el inmueble y la EMV proseguirá con su proyecto.
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