lunes, 5 de octubre de 2015

Impuestos municipales Los vecinos exigen una rebaja del valor catastral exagerado de las viviendas


          Los vecinos de Toledo entienden que el precio de las viviendas de la ciudad recogido en la valoración del Catastro es demasiado elevado. Se corresponden con las estimaciones realizadas en plena burbuja inmobiliaria y no se adaptan a la situación de estos momentos de crisis. Esto hace que el IBI, y las demás tasas que de él dependen, sea demasiado elevado. Su propuesta es que la revisión catastral que se haga el próximo año no sólo afecte a  los terrenos declarados urbanizables, sino que también baje el precio de las viviendas, y beneficie a los toledanos, «porque se ha reducido mucho el valor de mercado». Así lo expresó el pasado jueves el presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos, Luis Álvarez Ocampo, en el Consejo Municipal de Asociaciones de Vecinos, en el que el Ayuntamiento informó del proyecto de Ordenanzas Fiscales, Tasas y Precios Públicos para 2016.
           Los concejales de Participación Cidadana, Helena Galán, y de Hacienda, José Pablo Sabrido, explicaron a los vecinos la intención del Ayuntamiento de bajar los impuestos este año un 0,4 por ciento, aumentar la tasa de saneamiento un 18 por ciento para pagar la nueva depuradora, bajar el gravamen del IBI urbano y la ORA.
        Las asociaciones de vecinos expresaron en su mayoría que las rebajas no son muy marcadas, y apenas se van a notar. Así, Tomás Ruiz, de La Verdad de San Antón, explica que «toda rebaja es bienvenida, pero nosotros pensamos que es insuficiente; durante mucho tiempo los contribuyentes hemos pagado el déficit de aportación del Estado con el IBI, por ejemplo, siempre se nos ha pedido responsabilidad y esfuerzo, y quizás deberían haber sido ahora un poquito más generosos con los impuestos que pagamos de forma directa, como IBI o basura, cuyas bajadas tendrán poca incidencia en la economía familiar».
           Por su parte, Andrés García Borja, de La Candelaria de Azucaica, apunta que «los impuestos deben variar en función de los porcentajes del IPC a nivel nacional, no entendemos por qué, históricamente, en el Ayuntamiento no se está haciendo. Nosotros queremos el mayor ahorro, y se está rebajando sólo un 0,4 cuando debe ser un 0,9».
         José Antonio Carrión, de Santa Teresa, expresa que «me siento muy defraudado, porque no hay una rebaja real de impuestos, entre otras cosas, cuando nos dice el señor Sabrido que en enero habrá una nueva revisión de las tasas, no lo entiendo».
        La propuesta de los vecinos directamente es el cambio de sistema de financiación. El problema, explica Álvarez Ocampo, es que son los ciudadanos particulares los que soportan prácticamente todo el peso de los impuestos municipales, mientras que otros colectivos tienen desgravaciones y exenciones. «Nosotros pensamos que eso no tiene que ser así, el Ayuntamiento debería tener financiación suficiente del Estado, de manera que no repercutiera todo en la gente», explica el portavoz vecinal. La idea, explica Ruiz, es «un nuevo modelo de financiación y que los servicios que nos presta el Ayuntamiento no tenga una presión sobre los ciudadanos de manera directa, sino que los financien el Estado y la Junta de Comunidades».
         Además los vecinos advirtieron al Ayuntamiento que las máquinas de la ORA no admiten céntimos, por lo que la rebaja de 0,35 a 0,32 euros para la primera hora de los residentes no se va a notar. Su propuesta fue que se bajara el precio dos céntimos más. La respuesta municipal fue que se adaptarían las máquinas para cobrar también esos céntimos. No obstante, García Borja insiste en que, al final, los cambios van a suponer un incremento «porque, ¿quién va a llevar los 0,32 euros de una hora? Al no devolver, tendremos que pagar de más al final».

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